Muebles valencianos decoran estancias por todo el mundo

Muebles, lámparas y otros elementos de decoración fabricados en la Comunitat dan vida a aeropuertos como el de Hong Kong, estadios de fútbol y hoteles por todo el mundo.

Si vuela de Madrid a Hong Kong encontrará muchas diferencias. El salto horario, el idioma, la cultura, la fisonomía de las personas..., pero también alguna que otra coincidencia, aunque no salta a primera vista. El equipamiento de ambos aeropuertos tiene acento valenciano. Y no son los únicos ejemplos. Las estancias del prestigioso crucero Queen Elisabeth II han sido decoradas con mobiliario made in Valencia, así como el hipódromo de París, el estadio del Manchester, el juzgado de lo penal del Bronx, un distrito neoyorkino con fama de conflictivo, o decenas de hoteles por todo el mundo, incluido el que regenta el tenista Juan Carlos Ferrero en la sierra de Bocairent, recomendado por The New York Times entre las celebrities norteamericanas.

El diseño de mobiliario valenciano -o de todo lo relacionado con el hábitat, un concepto mucho más amplio que une iluminación, decoración, textil...- alcanza altas cotas de prestigio internacional que no sólo se demuestran con ejemplos como los anteriores, sino con premios.

La revista británica Wallpaper, conocida por los entendidos en la materia como la biblia del diseño, ha distinguido a tres firmas valencianas con el Premio al Diseño 2008. Es un hecho excepcional, que nunca antes se había producido y que da cuenta del prestigio creciente del producto hecho en tierras valencianas.

Las firmas de la Comunitat Valenciana son, además, las representantes del diseño nacional. Entre las 13 empresas galardonadas por sus productos -sillas, alfombras, lámparas, muebles...-, las valencianas son las únicas representantes del diseño español, compitiendo entre las mejores con firmas italianas -de gran renombre en el sector-, alemanas o francesas.


Los elegidos
Andreu World, Punt Mobles y Gandia Blasco son, hoy por hoy, la punta de lanza del diseño valenciano, y nacional. Llevan casi tres décadas trabajando en algo en lo que la Federación Empresarial de la Madera y Mueble de la Comunitat Valenciana (Fevama) está incidiendo durante años: el diseño como elemento clave para hacer competitivas a las empresas. Y eso sólo se consigue con equipos de profesionales dedicados a ello.

Detrás de estas firmas están diseñadores, nacionales y extranjeros, como Javier Mariscal, Francis Montesinos, Ximo Roca, Alberto Liévore, Jorge Pensi, Terence Woodgate... Más de medio centenar de profesionales que, en un momento u otro de la dilatada trayectoria de las empresas, han dejado su particular huella.


Donatella Versace, en el jurado
Si la revista de diseño Wallpaper, que ha seleccionado entre los premiados a tres firmas valencianas, tiene reconocida fama internacional, no lo tienen menos los integrantes del jurado. Entre los particulares jueces del certamen destaca la estilista italiana Donatella Versace, que dirige la prestigiosa firma de moda del mismo nombre desde 1997, cuando asesinaron a su hermano Gianni Versace. Otros representantes eran el arquitecto japonés Tadao Ando, autor entre otros muchos proyectos del Espacio para la meditación en la sede de la UNESCO en París, o André Balazs, empresario hotelero conocido en el papel cuché por su relación con la actriz Uma Thurman.

Para llegar al nivel de estas tres empresas no hace falta gran tamaño. Francisco Andreu puso en marcha en 1955 un taller de ebanistería en Alaquàs. Sus sillas de entonces permanecen en los hogares españoles, de forma representativa, a través de la serie de televisión Cuéntame cómo pasó. Hoy, después de cambiar su estratagia y enfocarla hacia el diseño, fabrica anualmente más de 140.000 sillas, de las que exporta un 60%, a Europa y Estados Unidos, principalmente. En su nómina de colaboraciones, nombres tan relevantes como Frank Gehry -autor del Guggenheim de Bilbao-, con la colección Ultra Cube, con formas cúbicas.

La huella de Andreu World es alargada y sus asientos se extienden, entre otros muchos lugares, por los aeropuertos de Hong Kong, Barajas, Londres (Heathrow), Dubai o Munich, la Universidad de Chicago, el Manchester Stadium, el hipódromo de París y, más próximo a nosotros, el Hotel-Balneario de Las Arenas o l'Oceanogràfic.

Sus señas de identidad -líneas claras y definidas y una constante apuesta por la innovación- bien podrían compartirse con el leitmotiv de Punt Mobles. Ellos mismos explican su filosofía en "procurar acudir a lo esencial de las cosas".

Los creativos Vicent Martínez, Lola Castelló y el técnico Francisco Fernández dieron vida al negocio en 1980. Actualmente trabajan en él alrededor de 60 personas. En su trayectoria han colaborado con muchos diseñadores. Entre los primeros, el valenciano Pedro Miralles; de los últimos en llegar, creadores de la colección Boing, de lavabos "blanditos", Mario Cananzi y Vicente Blasco.

Los punts de Punt Mobles parten de la Comunitat Valenciana -su estilo viste la Biblioteca de la Universidad Politécnica de Valencia, el Palau de les Arts o la planta noble del edificio de Les Corts- y se extienden por todo el mundo: el Espai Liceu, del teatro Liceo de Barcelona; el Archivo General de Navarra, la Bibilioteca de Essex County Council de Inglaterra o el Hotel Fuyoh Club, en Japón. Sólo algunas del medio centenar de instalaciones equipadas.

Similar presencia internacional tiene Gandia Blasco, nacida en 1941 como un negocio de fabricación de mantas y colchas tradicionales. En los 80 cambia este producto por alfombras y, posteriormente, mobiliario. Como las firmas que le acompañan en el olimpo del diseño -según Wallpaper- cuenta con la colaboración de prestigiosos estudios de diseño y de profesionales como Patricia Urquiola, Francesc Rifé y Odosdesign -a nivel nacional- y Marie Mees o Marc Krusin, como referentes internacionales.

Al igual que en los casos anteriores, gracias al contract -un canal de negocio que se especializa en el diseño y ejecución integral de ambientes de trabajo- las huellas de Gandia Blasco pueden seguirse en Turquía (Adam Eve Hotel), Alemania (Ellinton Hotel), Italia (merendero en la isla de Capri), las instalaciones del Alinghi Team y del Desafío Español en el recinto de la Copa América o el Hotel Ferrero (Bocairent).

Fuente: Las Provincias