Muebles con sobredosis de ingenio

Los creadores más arriesgados revolucionan el salón Nude de Feria Valencia con sillones elaborados con cedés y luces construidas con cepas de Requena

desean lograr un contrato bajo el brazo. Puestos a soñar, perderían el sentido si alguno de sus diseños ocupara un pequeño espacio en cualquiera de las más de 300 páginas del catálogo de Ikea. Son los jóvenes diseñadores que hasta ayer expusieron en el Salón de Nuevo Diseño Internacional (Nude) de Hábitat Valencia Forward sus lámparas de formas impensables, geniales alfombras de césped artificial con iluminación, sillas en honor a Cervantes, cepas de Requena que constituyen la decoración de pared y todo lo que usted no imagine.

Más de 40 diseñadores con talento convertido en aluminio, algodón, metacrilato, plástico, fibra óptica, cepas de vid, discos compactos y cualquier material susceptible de ser convertido en mueble han demostrado que el camino más corto para triunfar es destilar ingenio.

La diseñadora Verónica Martínez se decantó para su mobiliario de jardín (mesa, silla, rampa y tumbona) por acero, madera plástica y polietileno. Esta granadina ha sido de las que más tarjetas de visitas, que pueden convertirse en futuros contratos, ha distribuido en Feria Valencia. “Es la primera vez que participó en el Nude y la experiencia está siendo muy buena. Varios fabricantes me han solicitado más información sobre el diseño y parece que una empresa muy conocida de Valencia tiene especial interés. ¡Ojalá saliera de la feria con un contrato!”, comentaba esta licenciada en Bellas Artes que trabaja en un estudio de interiorismo en Londres.

Ella, como el resto de creadores, quiere convertir su idea en hecho, es decir, pasar del diseño al producto. Se entusiasma al explicar su proyecto: “Sirve para lugares públicos y privados, su estructura es móvil para adaptarse a la espacio, es un producto de calidad... Quiero que una buena firma esté detrás mi creación”, aseguraba esta diseñadora de 28 años.

De las aulas al expositor
Los valencianos Gema Cánovas, Anabel Gavilá o Daniel Ribes son estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia. Estos días han dejado de asistir a las aulas por regentar un expositor en el Nude. Rondan los 21 años. Con sobredosis de ilusión, desean que un fabricante se fije en sus lámparas de formas sinuosas, versátiles, de líneas sencillas y creadas para amplios espacios, como el hall de un hotel. “Se han acercado numerosas empresas de iluminación, pero ningún fabricante… y, realmente, construir nuestros productos es fácil”, explicaba Gema Cánovas. Estos alumnos de Diseño Industrial atendían a los interesados que se acercaban a su stand con una amplia sonrisa.

Entre los pasillos del Nude, la vista no abarcaba todo. Son miles los objetos, curiosos unos y arriesgados otros, que captaban la mirada del visitante. Belén Hermosa ha creado un sillón confeccionado con miles de discos compactos como una forma divertida de reciclarlos. Catalina Corteza presenta Gra’ss, un sistema de iluminación para césped a través de una malla plegable de cartón con minúsculas bombillas que emulan semillitas. Marmoka, un grupo de jóvenes diseñadores, ha imaginado un edredón de lectura: del dibujo de dos siluetas humanas salen en relieve la funda para los brazos que garantizan la plena movilidad a la hora de sostener los libros.

Los diseñadores Javier Taberner y Nacho Poveda han demostrado que el ingenio no está reñido con el mercado. Han logrado la beca Bancaja que les abre las puertas de la empresa Gamamobel. Su proyecto consiste en explotar el potencial decorativo de las cepas que han sido arrancadas por su longevidad en los viñedos de Requena. En Nude han presentado una colección de luminarias, casi escultóricas. Cada pieza es única e irrepetible, proporciona una luz ambiental, casi teatral, pensada tanto para espacios abiertos como cerrados.

Toque personal
Para aquellos que no puedan costearse muebles exclusivos, FinkGarcía diseñadores han creado un tejido de redes que personalizan cualquier producto, desde una lámpara a un espejo o una mesa. Leo Fink explica que su proyecto “es un concepto”, ya que con esta malla elástica y de plástico se añade un valor estético y un toque personal al mueble. “Es la impronta humana lo que diferencia a través de la red el producto” .

Fink, un diseñador argentino afincado en Barcelona, no había participado nunca antes en el salón Nude. “No nos podemos quejar. Estamos dándonos a conocer y recibiendo a muchos empresarios interesados en nuestra creación... ahora sólo falta cerrar contratos”, apostillaba. Como él otros 43 diseñadores –de la Comunitat, de España y del resto de Europa– tratan de hacerse un hueco en el mercado del mueble.

Fuente: Las Provincias