Sillas de maíz y lámparas de bolígrafos
Los materiales reciclados cobran protagonismo en las tendencias de los sectores del mueble y la iluminación
Las reiteradas advertencias en torno al paulatino agotamiento de los recursos naturales del planeta no han pasado desapercibidas a los diseñadores de las nuevas tendencias que se están abriendo paso en los sectores del mueble y la iluminación. Es por ello que, siguiendo esa estela medioambientalista, los materiales reciclados, o cuanto menos reciclables, han cobrado un protagonismo esencial en las propuestas más vanguardistas que se presentan estos día en la Feria Habitat de Valencia.
El escenario que acoge estos diseños innovadores, y hasta insólitos en no pocos casos, es el salón Nude, que este año celebra su quinta edición. Se trata de un espacio consagrado a proyectos, generalmente presentados por diseñadores jóvenes, que aspiran a despertar el interés de algún fabricante dispuesto a convertir los prototipos que allí se exhiben en futuros artículos de circulación masiva e industrial, un aspecto este último, esa capacidad para poder fabricarlos sin grandes dificultades, que el jurado de expertos tiene muy en cuenta a la hora de decidir la composición final de la muestra.
Material vegetal
Este año, los materiales no contaminantes extraídos de la propia naturaleza y los objetos reciclados de uso cotidiano llevan la voz cantante. Entre las propuestas más originales del salón Nude destaca la primera silla del mundo fabricada con maíz y lino, bautizada con el nombre de Bio+ y obra de los daneses Michael Strom y Lasse Svensson. Ambos aseguran que es el primer mueble que usa material cien por cien vegetal. La silla en cuestión se compone de un bio-plástico elaborado con maíz y una fibra de lino. Strom y Svensson agregan que hay posibilidades de desarrollar plásticos de la misma naturaleza a partir de vegetales con fécula como patata. Son varias las empresas que ya han mostrado interés por la patente. En la misma línea de inscribe la silla con fibra de coco que presenta Luis Eslava, quien completa su oferta en la feria con unas lámparas realizadas con velcro.
Precisamente, en el ámbito de la iluminación parece haberse volcado en la edición de este año buena parte del talento y la capacidad innovadora de los nuevos diseñadores que acuden al certamen. Ese es el caso de los madrileños Lucas Muñoz y David Tamame con su lámpara Volivik 367, realizada a base de bolígrafos colgantes y que resulta impactante en su sencillez, o la atrevida Lamplanta, un mecanismo que integra en un mismo objeto la fuente de luz y un macetero que alberga una planta cuyo ritmo de crecimiento está conectado a la propia estructura eléctrica. «Es una lámpara viva», sostienen sus creadores.
Precios atractivos
Tampoco se queda atrás el trabajo del valenciano residente en Londres Gonzalo Prades, quien presenta una lámpara realizada a partir de viejas radiografías de hospital. La propuesta de Prades materializa igualmente uno de los rasgos que puede caracterizar la generalización del uso de este tipo de materiales: su posible precio atractivo para el público si se convierten en muebles o lámparas fabricados en cadena.
Dentro del campo de la iluminación apuestan por líneas sofisticadas Admir Jukanovic y Txabi Zabala. El primero exhibe una lampara de tres cuerpos diferenciados que se encienden y apagan mediante los pinchazos con unos alfileres que el usuario aplica a la pantalla remedando una sesión de vudú,mientras que el segundo muestra una roca de polipropileno para el jardín que gracias a un pigmento fosforescente es capaz de almacenar la energía lumínica durante el día y proyectarla por la noche.
Fuente: Sergio Carbó, Valencia (Levante "El Mercantil Valenciano")
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